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El PIN PARENTAL, el veto de la extrema derecha en Educación

En las últimas semanas venimos escuchando “pin parental”, un término que el partido ultraderechista VOX ha ido monopolizando en todos sus debates políticos, y que no es más que un eufemismo del veto y la censura a la libertad de enseñanza, que mermaría gravemente la construcción de un espíritu crítico por la deficiente e incompleta formación, por el desconocimiento y la deformación de la realidad y por la manipulación del pensamiento (adoctrinamiento) desde las escuelas. La escuela se ha convertido en un nuevo foco para la derecha, que intenta implantar un modelo conservador y parcial, limitando el currículo educativo excluyendo realidades sociales actuales e incluso históricas. La educación está concebida como un proceso activo, ofreciendo pluralidad de experiencias, materias y asignaturas susceptibles de distintos enfoques, y claro está, esto genera pensamiento en los alumnos que les proporcionará capacidad para afrontar la vida desde una posición más crítica, algo que es más que evidente, que la derecha se posiciona en contra desde su postura adoctrinadora y controladora. La educación es la mejor vía del progreso social, y es de vital importancia mostrar nuestro apoyo y confianza a los profesionales docentes y a nuestro sistema educativo, que garantizarán una formación integral para todos los niños y niñas. No podemos permitir vetar la asistencia de los alumnos a actividades obligatorias o asignaturas y contenidos curriculares a modo de “objeción de conciencia” encubierta, porque estaríamos vulnerando el derecho a recibir una educación integral que garantice los principios de convivencia, respeto y tolerancia en una sociedad democrática. Desde el PSOE defendemos que debemos ayudar a nuestros hijos e hijas a que sepan seleccionar toda la información que reciban y educarles para que crezcan como personas. Es inevitable que situaciones y preocupaciones actuales entren en la escuela, a modo de actividades que los docentes manejaran desde la profesionalidad y los principios pedagógicos para crearles valores democráticos y de convivencia. Dejar a un lado la sociedad actual en la que vivimos sería quedarnos atrás, no progresar.

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